Asumimos responsabilidades

Artículo del Profesor de la Facultad de Óptica y Optometria, Genís Cardona, publicado en el Diari de Terrassa

Una imagen bastante fiel para representar nuestra vida es la de un árbol, con la cepa arraigada en el lugar donde hemos nacido, una decisión que nos viene dada y que posiblemente será la más determinante de nuestro futuro.

Durante bastantes años ocupé el vicedecanato de Relaciones internacionales y de promoción de la Facultad de Óptica y Optometría (FOOT) de la UPC. Entre mis tareas, aconsejaba a estudiantes sobre posibles estancias en universidades de otros países (lo que conocemos como Erasmus) y también la de participar en ferias de enseñanza, como la que se hacía cada año en el Vapor Universitario, para explicar el grado de Óptica y Optometría a estudiantes de bachillerato de las distintas escuelas de Terrassa. De las dos tareas necesito asumir responsabilidades.

Hablo del caso, por ejemplo, de una de las estudiantes que obtuvo mejor calificación en las pruebas de acceso a la universidad de Terrassa. Según me explicó, cuando ya era estudiante de la FOOT, su decisión de estudiar óptica y no otra carrera, como le habría permitido su brillante expediente académico, se originó en la presentación que hice de nuestros estudios ese día en el Vapor Universitario. Si ese día hubiera tenido un arrebato de dolor de estómago y me hubiera quedado en casa, muy probablemente su árbol vital habría adoptado una fisonomía muy diferente. Habría estudiado otra especialidad, se habría puesto a trabajar en un sitio diferente, habría construido un nuevo círculo de relaciones. Necesito asumir responsabilidades.

O el estudiante que me pidió consejo para realizar una estancia Erasmus y le recomendé la universidad de Aston, en Birmingham. Pude recomendarle la universidad de Minho, en Portugal, o la de Oulu en Finlandia, ambas también de altísimo nivel, pero pensé que Aston le iría mejor. Poco pensaba que después de la estancia Erasmus, y de volver a Terrassa para acabar el grado, despegaría de nuevo hacia Birmingham para cursar un doctorado bajo la dirección del profesor James Wolffsohn, a quien la facultad concedió el Premio al Optometrista del Año, y que después de la tesis doctoral se incorporaría como profesora a la misma prestigiosa universidad, una decisión que ya fue toda suya, pero que no hubiera sido posible si no hubiera escogido el camino, unos años antes , que le presenté como una buena opción académica, desde la completa ignorancia que tenemos todos de lo que nos ofrece el futuro. Necesito, de nuevo, asumir responsabilidades.

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